Ódiame

Reconozco que nunca fuimos el uno para el otro, nunca tuvimos esa fortuna ni esa desdicha,
por más que lo intentamos nunca se nos dio, por más que lo quisimos nunca llegó,
estás en tu derecho de odiarme, de despreciarme, de escupirme y odiarme aún más,
sé que me hice ver como un error, sé que lo fui,
pero créeme, te quise y te querré, aunque tú no lo quieras.

Ódiame, lo merezco.

Perdón

Hola, ¿cómo te encuentras?, ¿eres feliz?, ¿no?, excelente.
Solo quiero decirte una cosa. Una cosa pequeñita.
Sé que no fui, ni he sido, ni seré el mejor, pero si que me he esforzado, me esfuerzo, y me esforzaré para acercarme a ello.
Sé que te lastimé, que hemos vivido malos momentos, pero créeme que nada fue hecho con mala intención, todo fue por nuestro bien común.
Vivimos alegrías, vivimos tristezas, nos esperanzamos y nos desilusionamos uno del otro, te acompañé en tus llantos, o los provoqué, te acompañé en tus sonrisas, o las provoqué.
Tantos besos, tantas caricias, tantos abrazos, tantas tomadas de mano, tantas palabras que nos dijimos el uno al otro, nada se ha ido al olvido.
Ya no te lastimaré.
Solo te pido que recuerdes lo felices que nos hicimos el uno al otro, y que seas feliz siempre.
Esto que te digo podría ser para tí, o para alguien más, podría ser para todas, o podría ser para nadie, o incluso podría ser para mí.

Letras

 Las letras se materializan en mi mente, se transforman en palabras burdas y absurdas, no me llevan a ningún lado. El vacío de mi corazón está siendo meramente llenado con esos horrendos monstruos y criaturas que viven en esta retorcida y colorida mente, existen en , no se les puede negar el moverse, el ser expuestos como los tesoros que merecen ser reconocidos. No existe cambio sin actitud. El inglés no es idioma para el romance.

Hola, tengo 22 años, y parezco de 20, soy soltero, y seré soltero hasta el fin de mis días (por gusto propio, hihí).

Yo no soy un donjuán

Nunca me ha gustado eso de sentirte obligado a besar a alguien.
Nunca ha sido, ni es, ni será mi estilo.
No se me da.
No se me dará.
Estoy muy a gusto esperando a que las cosas caigan por peso propio.
Si no caen, no existe problema, pero que no me hagan quererlas bajar a fuerza.
No me obliguen.
No me lo presuman.
No nada.
Eso no es para mí.
Jamás lo será.
No.
Lo siento.
No soy un donjuán.
Nunca lo seré.
No se me da, ni se me dará.
Espero lo entiendan, y no me presionen.
Amiguitos míos.
Gracias.